1-Asaf el Salmista deprimido. Sal 77
“enfermedad mía es esta“ (Sal 77:10).
El reconocer que no estaba siendo leal o fiel a ese Dios tan maravilloso del cual no solo había oído, sino también gustado, le libró a Asaf de seguir por el camino equivocado. Asaf, no debía dejar de reconocer al Dios que otrora había actuado tan poderosamente a favor de su pueblo.
Recordemos que el sentir de la carne es “enfermedad“ del espíritu, pero reconocer que Dios puede hacer lo que nosotros no podemos, no lleva a obtener por fe lo que necesitamos.
¿Qué Dios es tan grande como nestro Dios? Sal 77:13
2-