Cuando se cumple el tiempo no tenemos que anunciarlo, somos el SUEÑO.

Todos somos el sueño de Dios para el bienestar del mundo. Cada uno de nosotros con nuestras capacidades dadas por Él, somos la esperanza de muchos que necesitan del Señor. Para realizarlo necesitamos saber quiénes somos en Dios y cual es nuestra parte de la obra. En ese hacer reside también nuestra propia bendición.

Mensajes

1-Asaf el Salmista deprimido. Sal 77
“enfermedad mía es esta“ (Sal 77:10).
El reconocer que no estaba siendo leal o fiel a ese Dios tan maravilloso del cual no solo había oído, sino también gustado, le libró a Asaf de seguir por el camino equivocado. Asaf, no debía dejar de reconocer al Dios que otrora había actuado tan poderosamente a favor de su pueblo.
Recordemos que el sentir de la carne es “enfermedad“ del espíritu, pero reconocer que Dios puede hacer lo que nosotros no podemos, no lleva a obtener por fe lo que necesitamos.
 ¿Qué Dios es tan grande como nestro Dios? Sal 77:13   


2-